Cartelotes y cartelitos por todo el país, pintas en los cerros, propagandas en radio y televisión, facebook, twitter, llamadas telefónicas, entrevistas por todo lado, mítines, caminatas, recorridos, bicicleteadas, bailes, polladas, rifas , cenas de gala, portátiles, conferencias, debates, marchas, wikileaks, pelos, visitas a laboratorios y un gran etcétera. Todo y de todo para lograr el voto de la gente.

Es la temporada de circo que se presenta cada 5 años en la que los personajes (o candidatos) están dispuestos a hacer y decir lo que sea con tal de lograr la simpatía y el voto de la gente. Lo que sea.

El problema no es solo que tengamos circo, el problema es que el que tenemos es uno de los peores.

Los trapecistas se caen de los columpios, al equilibrista se le rompe la soga en pleno acto, la mujer barbuda tiene barba falsa, el enano no es enano, el presentador es tartamudo y los payasos en lugar de hacer reír a los niños, los hacen llorar.

Todos se quejan de que no se escuchan propuestas pero hacen poco o nada para que los temas realmente importantes sean los que marquen la agenda. La campaña parece más la página de policiales y espectáculos que la de política y el circo está más institucionalizado que nunca.

La prensa (salvo excepciones) es cómplice de la situación y es algo así como la vendedora de canchita (pasada) y manzanas acarameladas (podridas) del circo.

Podrían hacer mucho más pero parece que no quieren o que no les conviene. Toman partido por uno u otro candidato y no es difícil distinguir cuando están informando de cuando están opinando interesadamente. Deberían ser transparentes y decir abiertamente a quien apoyan. Ahórrense la hipocresía.

La campaña debería ser un tiempo para conocer a los candidatos y sus antecedentes, para escuchar y comparar sus propuestas, para pensar y debatir hacia donde queremos ir en el futuro, para incorporar al debate temas que han quedado relegados y, en general, para hacer todo lo necesario para que los que finalmente sean elegidos sean los mejores.

Lo que hoy escuchamos son insultos, floros, promesas incumplibles, amenazas, pataletas, que una encuesta dice esto, que la otra dice lo otro, que a uno le agarraron el miembro, que el otro se picó, que le regaló un hueso, que no pueden sacarles sus cartelitos, etc.

Son muy pocas las campañas serias y con tanto circo parecería que las elecciones son para elegir al primer payaso de la nación y sus secuaces y no al Presidente y Congresistas de la República.

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*Elecciones 2011

Con este post empiezo una saga de Notas vinculadas a las elecciones 2011. Esta primera Nota es general porque es la primera y porque así me salió. Prometo más detalle en las próximas entregas.

Ojo, la campaña recién empieza y cualquier cosa puede pasar. No lo olviden.