El voto es un derecho y cada uno puede ejercerlo como le venga en gana.  Si alguien quiere votar de acuerdo con su “consciencia”, con un voto “responsable”, “utilitario”, “seguro” o simplemente quiere viciar su voto haciendo un dibujito en la cédula (puedo recomendar varios) está en su derecho.

Me molesta (sobremanera) que un grupo de candidatos venga ahora a pedir un voto “seguro” o de “conciencia”, basando su pedido en el hecho de que existe una alta posibilidad de que los dos candidatos más resistidos según las encuestas (Humala y Fujimori) sean quienes finalmente pasen a segunda vuelta.

Existen fundados argumentos para que las mencionadas candidaturas sean resistidas.  Pero, que el otro bloque de candidatos (Toledo, PPK y Castañeda) se valga de eso para pedir a los ciudadanos un voto “responsable” o de “consciencia” me parece una concha tan grande como la concha acústica del Campo de Marte (y se queda chica).

¿Por qué no volteamos la tortilla y exigimos a los candidatos que piden un voto seguro o de consciencia que sean ellos quienes apliquen esos criterios y se pongan de acuerdo de una buena vez?   Necesitamos acuerdos políticos hoy, no después de la segunda vuelta.

¿Qué es más fácil, qué se pongan de acuerdo algunos (candidatos) o que se pongan de acuerdo aproximadamente 9 millones de ciudadanos?  ¿Por qué inclinan la balanza hacia el lado de los electores cuando son ellos quienes están en mejor posición de armar un bloque que evite la temida segunda vuelta Humala – Fujimori?

Si de verdad están tan preocupados por lo que podría llegar a pasar, entonces hagan algo y ahórrenos la tensión y el absurdo de tener que votar por el cáncer o el sida como dice MVLL.  ¿Dónde está su responsabilidad y consciencia? Nos las piden a nosotros pero se olvidan de aplicarlas ellos mismos.

No digo que el electorado no tenga responsabilidad en lo que está pasando, pero es muchísimo mayor la de los candidatos y sus “partidos”.

¿Alguno estará dispuesto a ceder intereses personales en beneficio de intereses colectivos?  No lo creo.

La crisis de partidos políticos y el sistema de caudillismo hace que las alianzas (las de verdad) no se lleguen nunca a implementar.  Cada uno quiere bailar solo con su propio pañuelo y gobernar sin que nadie desde dentro del propio gobierno los moleste.

Como veo difícil que estos señores se pongan de acuerdo (y no quiero que la segunda vuelta sea Humala – Fujimori), en esta elección al igual que en la segunda vuelta del 2006, mi voto será utilitario.

Votaré por quien pueda enfrentar a Humala o Fujimori con éxito en segunda vuelta, o sea, votaré por Toledo.  Que nadie me juzgue.  Votaré por Toledo desde ahora exactamente por los mismos motivos por los que voté por Alán en el 2006 pero en la segunda vuelta.  No se hagan los locos ni se rasguen las vestiduras.

Que me digan lo que quieran los que apoyan a PPK, pero es difícil que su candidato le gane a Humala en la segunda vuelta.  Los propios Humalistas quieren competir contra él para polarizar el tema entre los ricos y los pobres.

Finalmente, mucho cuidado con pensar que la gente que votará por Humala o Fujimori es ignorante o tonta, porque no lo es (para nada).   Por el contrario, es la gente que más sufre por vivir en condiciones de pobreza extrema y la que espera un cambio (el que sea) con tal de tener la esperanza de un futuro mejor.  Es una expectativa absolutamente válida que el Estado nunca ha podido satisfacer y que tranquilamente los puede llevar a poner en la Presidencia a quien, me guste o no, les ofrece algo distinto.  Cuándo aprenderemos.